El arroz inflado es una receta muy fácil de hacer, lo que si hay que tener un poco de paciencia porque lleva su tiempito. Este tipo de arroz se conserva muy bien y podés usarlo para desayunos mezclado con leche, yogurt, frutas, dulce de leche, salsa de chocolate o solo.
Para hacer el arroz inflado primero debemos crearle un caparazón dura parecida a la que tiene el maíz, pues este caparazón retiene la humedad y previene que explote en pequeños pedazos el maíz o arroz. Así que no puedes simplemente lanzar un puñado de arroz en tu poporopera y esperar que se infle, antes habrá que realizar un procedimiento.
Nota: Posiblemente el arroz pre-cosido funcione igual de bien.
Nota: Posiblemente el arroz pre-cosido funcione igual de bien.
Ingredientes:
- arroz (grano doble)
- agua
- a elección: sal o azúcar
- aceite (oliva o neutro)
El paso a paso:
- Lava 1 Taza (0.24 L) de cualquier tipo de arroz hasta que el agua salga clara.
- Drénalo y colócalo en una olla de 3 Litros.
- Vierte 2 tazas de agua en la olla.
- Hierve el agua.
- Poner el arroz a cocinar durante 25 minutos en agua, hasta que se pase (respetar ese tiempo), así lograremos que luego en el inflado tenga un aspecto más “grande”, colarlo, que se escurra bien, desparramar en una asadera amplia para llevar al horno.
- El horno deberá estar precalentado previamente a 100ºC, podés encenderlo justo antes de empezar la cocción del arroz.
- Cuando introducimos la asadera, bajar la temperatura a 80ºC. Lo dejamos durante 1 ó 2 horas, controlando su secado y evitando que se tueste demasiado, cuidar que el horno caliente parejo, para que no falle la receta.
- Cuando el arroz quede deshidratado, en una sartén con un pequeño chorrito de aceite, lo salteamos bien. Verás como empieza a saltar y a “inflarse”.
- Lo sacamos y lo dejamos en un papel absorbente para quitarle todos los restos de aceite y grasa. Luego lo espolvoreas con sal fina o con azúcar, a tu gusto.
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